menu
menu
Educación

Es inteligente, pero la falta de esfuerzo impacta en su rendimiento escolar

KaiK.ai
03/06/2025 10:15:00

Muchos padres y profesores se encuentran alguna vez con un estudiante de brillantes capacidades cognitivas, a menudo identificado como “inteligente”, que sorprendentemente no rinde en clase o saca notas muy por debajo de su potencial. ¿A qué se debe este curioso fenómeno? Detrás de estos casos se esconde un factor clave: la falta de esfuerzo.

mitos y realidades acerca de la inteligencia

Es común pensar que la inteligencia por sí sola garantiza el éxito académico. Esta creencia tiene su origen en la importancia que la sociedad da a los test de capacidades o a los logros tempranos de algunos niños prodigio. Sin embargo, décadas de estudios en psicología educativa coinciden en que la inteligencia es solo uno de los ingredientes del rendimiento escolar.

El neuropsicólogo Howard Gardner, famoso por su teoría de las inteligencias múltiples, ha demostrado que el talento natural debe ir acompañado de perseverancia, la capacidad para afrontar retos y la voluntad de practicar. Como resume el escritor y psicólogo Ángela Duckworth: “El esfuerzo cuenta el doble”. Así, el simple hecho de ser inteligente no garantiza el éxito si no existe una motivación que alimente el deseo de aprender y mejorarse.

la importancia del esfuerzo

El esfuerzo es esa capacidad de mantenerse constante, incluso cuando la tarea se vuelve aburrida, complicada o los resultados inmediatos no son favorables. En las aulas, este atributo marca la diferencia entre quienes superan las dificultades y quienes se quedan rezagados por falta de hábito o perseverancia.

Un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Madrid revela que los estudiantes que emplean estrategias de autorregulación —como organizar sus horarios, revisar sus apuntes y practicar la autodisciplina— superan significativamente en rendimiento escolar a aquellos que, pese a altas capacidades, confían solo en su intuición o en sus “facilidades naturales”.

Por otro lado, la motivación, tanto intrínseca (el deseo de aprender por el mero placer de saber) como extrínseca (las recompensas externas como las notas o el reconocimiento), juega un papel crucial en mantener el esfuerzo en el tiempo. Un alumno brillante que no encuentra sentido o interés en lo que estudia, probablemente mostrará conductas de evasión o desgana ante la escuela.

razones por las que la falta de esfuerzo afecta al estudiante inteligente

La falta de esfuerzo suele tener raíces diversas. Algunos estudiantes brillantes se ven desmotivados porque el nivel de dificultad de las tareas es bajo para ellos, lo cual puede aburrirles. Otros han aprendido a obtener resultados aceptables con poco trabajo y, por tanto, no han desarrollado un hábito de estudio adecuado.

En ocasiones, la falta de esfuerzo esconde un miedo al fracaso. Estos estudiantes, acostumbrados a ser los "listos de la clase", temen no estar a la altura si se esfuerzan y, aun así, no logran resultados excepcionales. De este modo, inconscientemente prefieren no esforzarse para poder decirse: “No lo conseguí porque no lo intenté, no porque no pudiera”.

También influye el entorno familiar y escolar. Si no se valora el trabajo diario y solo se premia el resultado final, los alumnos pueden acabar creyendo que lo importante es “ser bueno” y no “hacerse bueno” mediante la práctica y el esfuerzo.

cómo fomentar el esfuerzo en estudiantes inteligentes

Tanto la familia como los docentes pueden ayudar a que estos alumnos desarrollen una mentalidad de crecimiento, como propone Carol Dweck. Esto implica reforzar la idea de que la inteligencia es moldeable y que cada avance es fruto del trabajo y la constancia.

Los siguientes consejos pueden ser útiles: fijar metas realistas y a corto plazo, diseñar actividades que supongan un reto progresivo y personal, enseñarles a planificar y organizar su tiempo de estudio y recalcar siempre el valor del proceso por encima del resultado final.

Además, es positivo celebrar los logros asociados al esfuerzo —no solo a las notas— y ayudarles a ver los errores como valiosas oportunidades de aprendizaje.

La inteligencia es un don valioso, pero necesita del esfuerzo y de la dedicación continuada para poder brillar en todo su esplendor. Recordemos que muchos de los mayores logros de la humanidad han sido fruto, más que de cerebros brillantes, de mentes perseverantes que no se rinden ante la primera dificultad.

Una educación que cultive tanto la curiosidad como la disciplina será la clave para que los estudiantes inteligentes puedan desarrollar su máximo potencial y, al mismo tiempo, aprender a disfrutar del viaje del conocimiento.

por KaiK.ai