Con la llegada del verano, las sandalias y otros tipos de calzado ligero toman protagonismo. Sin embargo, el calzado de verano puede convertirse en un enemigo silencioso para la salud de tus pies si no sabes elegir correctamente. Los podólogos advierten acerca de algunos tipos de zapatos populares durante esta estación que pueden causar lesiones, molestias y problemas a largo plazo. Descubre a continuación cuáles son los zapatos de verano que deberías evitar y sigue los consejos de los expertos para lucir y sentirte bien de pies a cabeza.
errores frecuentes al elegir calzado de verano
Uno de los errores más habituales es priorizar la estética sobre la funcionalidad y la comodidad. Es comprensible que el calor invite a llevar sandalias llamativas, cuñas o chanclas. Sin embargo, algunos de estos modelos se diseñan pensando en la moda más que en el bienestar de tus pies. Los podólogos alertan de que, incluso durante las vacaciones, no debes descuidar la calidad del soporte que ofrece tu calzado, ya que una mala elección puede provocarte desde pequeñas rozaduras hasta problemas de postura.
chanclas planas: más peligrosas de lo que parecen

Las chanclas tipo flip-flop son el calzado estrella de muchas piscinas y playas, pero no todo lo que brilla es oro. Estos populares modelos ofrecen un soporte nulo al arco del pie, obligan a los dedos a realizar un esfuerzo extra para sujetarlos y, además, aumentan el riesgo de resbalones y esguinces. Los podólogos advierten de que su uso continuado puede terminar en fascitis plantar, dolores de talón o incluso en deformaciones de los dedos. Si realmente necesitas llevar chanclas, opta por aquellas con un leve soporte de arco y tira ajustable trasera, para evitar que tu pie “trabaje” de más.
sandalias sin sujeción y tiras finas

Las sandalias con tiras muy finas o sin buena sujeción pueden resultar muy perjudiciales. Al caminar con este tipo de calzado, los dedos tienden a flexionarse más de lo normal o a adoptar posturas antinaturales para mantener el zapato en su sitio. Esto puede provocar desde pequeñas ampollas o durezas, hasta problemas como juanetes, dedos en garra o callosidades. Lo ideal es elegir sandalias con sujeción en el talón y, si tienen tiras, que sean lo suficientemente anchas y acolchadas como para no clavar ni irritar la piel.
plataformas y cuñas: tentaciones que pueden salir caras

Las plataformas y cuñas suelen estar de moda verano tras verano, pero presentan un peligro inesperado: la propensión a las caídas y a las lesiones articulares. El desequilibrio que generan al elevar demasiado el talón respecto al antepié aumenta el riesgo de torceduras y puede alterar la alineación natural del pie. Los podólogos sugieren limitar su uso a ocasiones puntuales y optar siempre por modelos que no superen los 3-4 centímetros de diferencia entre la base y el talón.
zapatillas deportivas sin transpiración

En verano, mucha gente se decanta por zapatillas deportivas, pensando que protegen mejor el pie. No obstante, cuando el material no es transpirable, el sudor se acumula, favoreciendo la aparición de hongos y bacterias. Para evitarlo, apuesta por materiales frescos y tejidos naturales, como el algodón o la malla, y alterna con sandalias adecuadas en los momentos de descanso.
consejos para mimar tus pies en verano
Un buen calzado de verano debe sujetar bien el pie, ser flexible, tener una suela de grosor medio y materiales que permitan que la piel respire. Recuerda la importancia de cambiar de calzado regularmente para evitar la acumulación de sudor y bacterias, así como hidratar la piel de tus pies y cortar las uñas de forma recta. No olvides que un buen zapato no solo puede mejorar tu salud podal, sino también tu calidad de vida y tu bienestar general.
Elegir el calzado adecuado este verano es una forma de cuidarse y de prevenir incómodos problemas que pueden arruinarte las vacaciones. Presta atención a los consejos de los especialistas y prioriza siempre la comodidad y la salud de tus pies. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!